miércoles, 2 de enero de 2013

"Un relato de Provincia".
Acabo de leer "El viento que Arrasa" de Selva Almada. (www.unachicadeprovincia.blogspot.com), por recomendación de mi amiga escritora Giovanna Rivero. Además de haber disfrutado de encontrarlo en una preciosa librería de Bs. As. que siempre que pueda visitaré, lamento ahora no haberme traído sus demás obras. Esta, ya una reedición, es una preciosa y breve novela. Impecable en la dosificación de la información que va entregando, por supuesto impecable, limpia y muy despejada escritura, ( en términos meramente lingüísticos), un aparentemente simple relato, con escasos pero muy bien definidos personajes, nos asoma, de la mano de una fortuita parada, en algún lugar del Chaco argentino, para construir allí un campo de fuerzas en tensión, que concluirá ( a mi juicio) de la manera menos esperada... o más bien, menos deseada. La dimensión religiosa del hombre, reducida al mínimo de la compleja simplicidad del discurso persuasivo de un pastor protestante, contrapuesta a la fuerza de un vínculo entre padre y "entenao", vínculo sostenido apenas por la tediosa y monótona convivencia, con una  naturaleza que esta vez, se convierte gracias al imaginario "provinciano" en un elemento de quiebre. Secretos que no se devela o tal vez no existen, profundos miedos en los personajes más jóvenes, recelos y frustraciones, acompañan estos escasos diálogos ( los justos) a lo largo de una pequeña batalla discursiva, que concluirá otra vez, con la derrota del sujeto, derrota propiciada por el miedo, la fantasía, la estafa moral de una posible salvación, la derrota de un sujeto que sucumbe también, hay que decir ante un Otro religioso, derrota propiciada por la caída de la metáfora del padre. Bello, conmovedor, ¿desesperanzador? relato. Bien merecidos los elogios de las recientes notas periodísticas...